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Cada vez más personas deciden ser veganas y formar parte de una filosofía de vida saludable, respetuosa con el medioambiente y coherente con unos principios éticos que rechazan el sufrimiento animal.

Hace un par de semanas (el 20 de marzo) celebramos el Día Mundial sin Carne: un evento internacional promovido por FARM (Farm Animal Reform Movement) desde 1985 con el objetivo de ayudar a quienes desean convertirse en veganos/as. Se trata de la mayor campaña educativa que se ha hecho hasta el momento para promover el veganismo en todas las capas de la sociedad.

A pesar de que el “Meat Out Day” surgió en Estados Unidos, muchos países del mundo se han unido a la iniciativa.

Otras organizaciones públicas de salud como la Sociedad Americana del Cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer (EE.UU), la Universidad John Hopkins y la Asociación Americana del Corazón, han creado también sus propias campañas para promover las dietas basadas en vegetales.

Todos parecemos estar de acuerdo en que la educación y la información son muy importantes para quienes se deciden a abandonar el consumo de la carne de origen animal. Para algunas personas supone también un reto que requiere fuerza de voluntad, pero estamos convencidos de que merece la pena no limitar este esfuerzo a un sólo día del calendario.

Por este motivo, en nuestro artículo de hoy os hablaremos de formas saludables de sustituir la carne animal en nuestra dieta.

¿Qué son las carnes vegetales?

Las carnes vegetales son preparaciones de tipo vegetal que imitan la textura de la carne animal y pueden cocinarse de forma similar, es decir, se pueden freír, asar o preparar en apetitosos guisos acompañadas de otras verduras.

Su finalidad es la de reemplazar la carne de origen animal en nuestros menús veganos.

¿Qué debemos saber sobre las carnes vegetales?

* Se elaboran a base de legumbres, cereales, verduras, soja texturizada o tofu.

* Desde el punto de vista culinario, las carnes vegetales imitan la consistencia de la carne animal. La industria alimentaria ha logrado importantes progresos en este sentido. Las de mejor calidad tienen una textura suave y uniforme, capaz de absorber los aromas y sabores de otros ingredientes.

* Desde una perspectiva nutricional, se elaboran a partir de ingredientes con un alto porcentaje de proteínas. Nos aportan todos los aminoácidos que el organismo necesita pero no contienen grasas, lo que las hace más saludables que las carnes de origen animal.

* A diferencia de la carne animal, las carnes vegetales son 100% ecológicas: están libres de toxinas y de los conservantes utilizados en la industria ganadera. Por este motivo, son más digestivas y fácilmente asimilables por el organismo.

* Cuentan con una amplia tradición en culturas preferentemente vegetarianas como China o Japón.

Tipos de carne vegetal

Existen muchas formas de preparar la carne vegetal. En algunas recetas simplemente se sustituye por un ingrediente de consistencia similar a la carne, como las berenjenas o los champiñones.

Hoy te mencionaremos algunas de las variedades más conocidas que incluimos en nuestros menús. Seguro que estás familiarizado con la mayoría de ellas:

Tofu:

Es el nombre que se le da en Japón al queso de soja. Debido a su alto contenido en proteínas y a su versatilidad para incorporarlo en muchas recetas, se ha convertido en un alimento imprescindible en la cocina típica de Asia.

Su origen se remonta a la China del siglo II a.C. cuando era el alimento principal en la dieta vegetariana de los monjes budistas. Con la expansión del budismo llegó a la mayoría de los países del sudeste asiático, aunque en Europa no se hizo habitual su consumo hasta la década de los ’70 y ’80.

El tofu tiene un sabor suave y cremoso que se integra muy bien con otros ingredientes. Por ejemplo, podemos añadir unos daditos de tofu cortados a nuestras ensaladas; también podemos rebozarlo al estilo milanesa, comerlo ahumado, horneado, en brochetas, salchichas, etc.

Es una excelente fuente de proteínas de origen vegetal (8,08 gr. por cada 100 gramos) e isoflavonas que protegen a nuestras células del deterioro ocasionado por los radicales libres. Además es rico en calcio (previene la osteoporosis) y vitamina K (beneficiosa para una correcta coagulación de la sangre).

Para las personas que están a dieta, el tofu puede ser un buen sustituto de la carne animal ya que su aporte en grasas es muy bajo y apenas tiene 89,10 kcal/ 100 gramos.

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Tempeh:

Viene de Indonesia.

Se elabora a partir de la soja fermentada y parcialmente cocinada. De ello se obtiene una masa tierna de textura parecida a la de algunas carnes.

Sus propiedades nutricionales son similares a las del tofu pero es más digestivo.

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Seitán:

Se obtiene a partir de la proteína del trigo o gluten, que se extrae mediante procedimientos naturales. La harina de trigo integral se separa del almidón y del salvado, se amasa, se lava y finalmente se cuece. La receta tradicional también incorpora tamari, algas kombu, y jengibre.

Con el seitán podemos preparar deliciosas hamburguesas, albóndigas, empanadas, canelones, tacos, pizzas, sopas o estofados. En Japón, donde lo llaman “kofu”, se consume hace más de 600 años.

El seitán es un alimento ligero y fácil de diregir. No contiene grasas saturadas ni colesterol, pero es una buena fuente de proteínas, hierro y vitamina B2. Contribuye a cuidar nuestra salud cardiovascular evitando que los vasos sanguíneos se obstruyan de grasas nocivas. Como inconveniente, podríamos señalar que no es apto para personas celíacas.

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¿Cuál es vuestra favorita?

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