Si eres papá o mamá vegano/a posiblemente tus hijos tengan tus mismos hábitos alimentarios. Puedes estar tranquilo al respecto, ya que prestigiosos especialistas en nutrición infantil, como la Academia Americana de Pediatría, aseguran que las dietas vegetarianas (que incluyen leche) y están bien planificadas, mantienen la buena salud y el desarrollo normal en bebés y niños.

Lo importante de una dieta es que sea equilibrada y que garantice el aporte calórico y los nutrientes indispensables para el crecimiento, incluya o no carne y pescado.

Tras el período de lactancia materna, los padres veganos pueden suministrar a sus hijos la cantidad necesaria de energía mediante el consumo de legumbres, granos, frutas, semillas y verduras de alto contenido nutricional. Es importante que realicen varias comidas al día y que incorporemos en su dieta alimentos ricos en calcio, hierro, zinc y vitamina C (como las naranjas o el tomate fresco).

Los pediatras aconsejan que a partir del año, los niños se sienten a la mesa y que coman los mismos menús que el resto de la familia. Sin embargo algunos padres veganos deciden alimentar a sus hijos de forma convencional y, claro está, también se da el caso de una amplia mayoría de progenitores no veganos que disponen de todo tipo de alimentos para sus hijos a diario.

Sin entrar a cuestionar el modo en el que los padres elaboran los menús infantiles, lo cierto es que según revelan las estadísticas, los niños consumen cada vez menos frutas y hortalizas frescas. El Estudio Enkid sobre Hábitos Alimentarios en la infancia y adolescencia, en el que participaron 3500 niños y adolescentes entre 2 y 24 años, pone de manifiesto que el consumo de vegetales en este rango de edad es insuficiente.

Aunque el dato no sea demasiado novedoso ni sorprendente, no por ello debe dejar de preocuparnos. Las verduras son indispensables dentro de una alimentación sana y balanceada. Nos aportan muchas de las vitaminas, minerales, fibras y antioxidantes que refuerzan las defensas de nuestro sistema inmune, y reducen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares ya en la edad adulta. La vitamina C, por ejemplo, posee propiedades antibacterianas muy necesarias para los niños. Se encuentra principalmente en las frutas y en algunas verduras. Lo mismo podríamos decir de la fibra, un componente esencial para el correcto tránsito intestinal…

Los expertos aseguran que un niño de entre 1 y 3 años debería comer 200 gramos de verdura diariamente y al menos una pieza de fruta.

El problema radica en que a veces es complicado conseguir que no las rechacen. A muchos niños les encantan las verduras, pero otros simplemente no están acostumbrados a comerlas o las encuentran muy aburridas.

Algunos investigadores afirman que el sabor amargo del calcio muy presente en vegetales como el brócoli, la col, las acelgas o las espinacas, puede ser uno de los motivos que influyen en el rechazo. Por eso, es fundamental aprender a cocinarlas y aliñarlas de tal modo que su sabor se enmascare con el de otros ingredientes.

¿Te desesperas intentando que tu hijo se termine su plato de comida? Te daremos algunas ideas prácticas para animar a los niños a comer verduras:

* Comenzar cuanto antes: cuando los pequeños dan el paso de las papillas al alimento sólido, es el momento de familiarizarlos con los sabores de los vegetales. Según los especialistas la aceptación de nuevos alimentos es más fácil cuando los niños tienen entre 2 y 4 años; en la franja de los 4 a los 8 años de edad el tipo de comidas que les gusta no varía demasiado.

* El ejemplo en casa: la doctora en nutrición Yolanda Sanz señala en su libro Alimentación infantil (Editorial Aguilar) que “rara vez un niño optará por las verduras si sus padres no las consumen. Si este tipo de alimentos no se encuentran en el menú cotidiano del hogar, probablemente el niño crecerá con la idea de que no son alimentos tan imprescindibles”.

Los niños suelen imitar lo que hacemos los mayores. ¡La mejor forma de motivarles es dando ejemplo nosotros en la mesa!

* Cuidar las presentaciones: los pequeños se fijan mucho en el aspecto visual de los menús. Trata de hacer presentaciones más atractivas jugando con los colores y las formas de las verduras. También debes variar a menudo la forma de cocinarlas (en guisos, a la parrilla, en purés…) y aliñarlas. La cuestión es que no las vean como algo monótono y aburrido.

Nuestros menús:

Algunos de los menús que ofrecemos en PuntoVeggie y que suelen gustar especialmente a los niños son por ejemplo nuestras pizzas vegetales, elaboradas con masa madre e ingredientes como los champiñones, aceitunas negras, salsa de tomate natural y queso vegetal.

Si les fascinan las hamburguesas o los hot dogs, seguro que disfrutarán también de sus versiones veganas, aliñadas con nuestras salsas especiales y acompañadas de lechuga, aguacate, patatas o tomate natural.

Recuerda que repartimos a domicilio de Lunes a Domingo de 13:00 – 15:45 (Viernes a Domingo de 20:00 – 23:45)

Fuente: Todopapás